POR IÑAKI
En 2016 se cumplen doscientos años de aquella reunión de amigos al pie de un lago suizo en la que participaron Mary Sheley, su marido y Lord Byron, y en la que alguien planteó el reto de escribir un cuento de terror. Fue Sheley quien, a raíz de este impulso, concibió una novela protagonizada por un tal Frankenstein, llamada a convertirse no solo en el primer relato de ciencia ficción, de terror gótico para más inri, sino también en una fuente inagotable de metáforas.
Aquel 1816 fue un año muy peculiar y no es de extrañar que Lord Byron y sus amigos tuviesen ganas de pasar miedo. Se produjo un verano inusitadamente frío debido
a la erupción del volcán Tambora, que alteró el clima y que prolongó el invierno más allá de lo habitual. Las bajas temperaturas y los colores del cielo cubrieron Europa de un halo de misterio y ensoñación. Se lo conoce como «el año sin verano» y, viendo el fruto que ha dado, doscientos años después deberíamos rendirle culto.
El ebook Informe Frankenstein. Por qué cuando haces clic el sistema eléctrico hace crac quiere ser un pequeño homenaje a este monstruo gótico, del que mucho oiremos hablar en 2016. La metáfora de nuestro «moderno Prometeo», como llamó Sheley al científico que osó arrebatar el fuego de los dioses para dar vida a una materia inerte, se ajusta como un guante a un asunto mucho menos emocionante pero igual de aterrador: el sistema eléctrico español y lo sucedido entre el año 2000 y 2015.
Una historia de miedo que, como la novela de Sheley, concluye con los creadores de Frankenstein persiguiendo al monstruo por el Ártico. Algo así es el Informe Frankenstein, una descripción de los problemas del sector eléctrico y una crónica de los últimos años, que incluye desde la entrada de las empresas del ladrillo en las eléctricas hasta las amenazas de quiebra del sistema. No se eluden temas polémicos, entre ellos el debate acerca de las llamadas puertas giratorias y de las sobrerretribuciones de distintas tecnologías. También se habla de cómo la electricidad ha pasado a la primera línea de las preocupaciones sociales o del vuelco en el sector provocado por la irrupción de miles de nuevas empresas e inversores particulares en renovables. Aparte de las habituales escenas de terror, uno podrá encontrar alguna anécdota de un sector que también cultiva otros géneros, también los teatrales. Doscientos años después, Frankenstein sigue vivo y también habita en tu recibo de la luz.
Aquel 1816 fue un año muy peculiar y no es de extrañar que Lord Byron y sus amigos tuviesen ganas de pasar miedo. Se produjo un verano inusitadamente frío debido
a la erupción del volcán Tambora, que alteró el clima y que prolongó el invierno más allá de lo habitual. Las bajas temperaturas y los colores del cielo cubrieron Europa de un halo de misterio y ensoñación. Se lo conoce como «el año sin verano» y, viendo el fruto que ha dado, doscientos años después deberíamos rendirle culto.
El ebook Informe Frankenstein. Por qué cuando haces clic el sistema eléctrico hace crac quiere ser un pequeño homenaje a este monstruo gótico, del que mucho oiremos hablar en 2016. La metáfora de nuestro «moderno Prometeo», como llamó Sheley al científico que osó arrebatar el fuego de los dioses para dar vida a una materia inerte, se ajusta como un guante a un asunto mucho menos emocionante pero igual de aterrador: el sistema eléctrico español y lo sucedido entre el año 2000 y 2015.
Una historia de miedo que, como la novela de Sheley, concluye con los creadores de Frankenstein persiguiendo al monstruo por el Ártico. Algo así es el Informe Frankenstein, una descripción de los problemas del sector eléctrico y una crónica de los últimos años, que incluye desde la entrada de las empresas del ladrillo en las eléctricas hasta las amenazas de quiebra del sistema. No se eluden temas polémicos, entre ellos el debate acerca de las llamadas puertas giratorias y de las sobrerretribuciones de distintas tecnologías. También se habla de cómo la electricidad ha pasado a la primera línea de las preocupaciones sociales o del vuelco en el sector provocado por la irrupción de miles de nuevas empresas e inversores particulares en renovables. Aparte de las habituales escenas de terror, uno podrá encontrar alguna anécdota de un sector que también cultiva otros géneros, también los teatrales. Doscientos años después, Frankenstein sigue vivo y también habita en tu recibo de la luz.